REPRESIÓN CONTRA CAMPESINOS DE CAJOLÁ

 

El 21 de julio de 1992, agentes de la Policía Nacional reprimieron con violencia una marcha de indígenas originarios del municipio de Cajolá. La acción provocó varios heridos. Después de este hecho los manifestantes buscaron refugio en el Paraninfo Universitario, donde permanecieron albergados cinco meses.

El entonces Director de la Policía Nacional afirmó que los heridos se habían lastimado al caerse en la huida, otros porque “llevaban la cabeza hacía el bastón de los agentes”, indicó además que los campesinos “jalaban y accionaban las bombas lacrimógenas de los policías” y por ello los agentes se veían obligados a lanzarlas (Siglo Veintiuno 23/07/92). Los campesinos protestaban por el despojo ilegal de sus tierras, en un conflicto cuyos orígenes se remontan hacia finales del siglo XIX.

En la fotografía de Daniel Hernández Salazar, antimotines impiden el paso de la manifestación encabezada por mujeres y niños, 21 julio 1992.